Tipo de ejercicio según tu objetivo
Practicar ejercicio de forma regular contribuye a mantener una buena salud y a prevenir enfermedades, pero además aporta beneficios a nivel psicológico ya que favorece el bienestar mental: mejora la autoestima, la memoria, la rapidez mental, promueve el optimismo y mejora el descanso.
La elección del tipo de ejercicio a practicar debería depender, no solo de nuestras preferencias, sino también de la finalidad que se persiga. Hay personas que realizan ejercicio con el fin de perder peso, otras desean ganar masa muscular, hay quien lo practica para relajarse y desconectar y otras personas simplemente desean mantenerse en buena forma física y adquirir sus numerosos beneficios.
Ejercicio aeróbico
Este tipo de ejercicio aumenta la frecuencia cardíaca, trabaja los músculos y te hace respirar más rápidamente y con más fuerza.
Así, el ejercicio aeróbico mantiene tu corazón, pulmones y vasos sanguíneos saludables, además de mejorar el estado físico.
Dentro de esta categoría encontramos: caminar, montar en bici, nadar, correr, etc. Se debe ejercitar con una intensidad moderada-alta durante 30 minutos, al menos 5 días por semana. El ejercicio junto a una dieta saludable permite perder peso.
Ejercicio anaeróbico o de fuerza
Estos ejercicios se caracterizan por la resistencia y la fuerza que se debe emplear para llevarlos a cabo. Con los entrenamientos de fuerza podemos mantener los músculos y huesos fuertes, tonificar el cuerpo y mejorar la postura, al tiempo que desarrollamos la musculatura y quemamos grasa.
Al crear más masa muscular el gasto calórico del organismo aumenta, ya que el músculo quema más calorías aún estando en descanso, ayudando a perder peso y a tener un aspecto más atlético.
Para realizar ejercicios de fuerza se pueden emplear bandas elásticas, mancuernas, máquinas para levantar pesas o simplemente el propio peso del cuerpo.
Para obtener los beneficios de este tipo de ejercicio hay que realizarlo dos o tres veces por semana, trabajando todos los grupos musculares del cuerpo. La intensidad debe ser variable, hay que empezar con cargas leves e ir subiendo de pesos y/o de repeticiones. Además, podemos combinarlo con ejercicios aeróbicos, haciéndolos al acabar el entrenamiento para seguir quemando grasa.
Ejercicios de flexibilidad
Es fundamental estirar los músculos regularmente para que no pierdan elasticidad y se acorten. Poniendo en práctica este tipo de ejercicio mejora la capacidad de movimiento de las articulaciones, reduciendo la rigidez, y disminuye el riesgo de sufrir lesiones.
Dentro de este tipo de ejercicios encontramos disciplinas como el yoga, pilates y tai-chi que trabajan la flexibilidad y la plasticidad, relajando y estirando el cuerpo en distintas posiciones que deben mantenerse mientras se controla la respiración.
Lo ideal es realizarlos a diario durante unos minutos para aumentar la flexibilidad y fortaleza, favorecer la relajación y el descanso, mejorar la circulación, el equilibrio y la postura.
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* Las recomendaciones de tiempo, intensidad y frecuencia son estándar. Éstas siempre dependen de tu objetivo, edad y estado de salud. Las rutinas de intensidad alta deberían estar supervisadas por profesionales, especialmente si tienes problemas de salud o deseas perder peso.