Alergias en otoño
Las alergias en otoño son una de las afecciones más comunes ya que se suman al polvo y/o la humedad otros factores que favorecen la aparición de alérgenos, como la bajada de temperaturas, el uso de calefacción, etc.
Por otro lado, existen alérgenos como el polen, el moho y otros hongos que son más frecuentes en otoño y desencadenan los síntomas típicos de congestión y obstrucción nasal, picazón nasal, lagrimeo y estornudos.
Dada la situación actual, estos síntomas pueden ser confundidos con los síntomas que provoca el COVID-19, por lo que es importante conocer la diferencia. Además de tener en cuenta que para tratar la alergia, y prevenirla, es fundamental conocer su origen.
Tipos de alergia
- Alergia al polen. Suele producirse durante el otoño debido a la polinización de algunas plantas y árboles, como el ciprés o el crisantemo. Sus síntomas pueden confundirse con un cuadro gripal, sin embargo no produce fiebre.
- Alergia a los ácaros. Este tipo de alergia se produce tanto por los ácaros como por los epitelios de animales, y se acentúa sobre todo cuando pasamos más tiempo en el interior de las viviendas y locales. Suele producir rinitis, estornudos, asma, e incluso erupciones en la piel.
- Alergia a los alimentos. En esta época del año solemos consumir alimentos más calóricos (ya que aumentan la temperatura corporal), como por ejemplo los frutos secos, en especial la avellana, la almendra y la nuez, que son potentes alérgenos. También se potencian las alergias a las semillas de chía, sésamo o lino, que aunque son una fuente importante de fibra también lo son de alérgenos. No podemos olvidar que estamos en época de setas y hongos (shiitake, níscalo, boletus,..) que pueden provocar alergias debido a su toxicidad o debido al polen de sus esporas. Este tipo de alergia suele provocar asma, urticaria, neumonitis y dermatitis.
Como ya hemos comentado, los síntomas de estas alergias son comunes a los que se pueden presentar con el COVID-19. Por ello vamos a contarte como diferenciarlo.
Diferenciar entre alergia y COVID-19
Debido al coronavirus y a las restricciones pasamos más tiempo en casa, por lo que estamos más expuestos a los ácaros del polvo, a la falta de humedad por la calefacción, a las mascotas, etc. y como consecuencia se pueden acentuar algunas alergias y sus síntomas: estornudos, asma, tos,…
Si empezamos a presentar síntomas debemos estar muy atentos ya que aunque una alergia y el COVID-19 comparten algunos de ellos, la diferencia radica especialmente en la fiebre, agotamiento, falta de gusto y olfato que éste último produce.
Dada la gravedad de la situación actual si presentamos síntomas y tenemos dudas, es fundamental consultar a un médico para recibir un diagnóstico seguro.
¿Cómo puedo prevenir las alergias en otoño?
Teniendo en cuenta los tipos de alergias y sus causas, existen una serie de recomendaciones para su prevención:
- Mantener la vivienda ventilada y no abusar del uso de la calefacción.
- Cambiar los filtros de la calefacción y del aire acondicionado, para evitar que se bombee aire con polen o ácaros.
- Lavar con frecuencia las sábanas y evitar los peluches en las camas de los niños.
- Limpiar el polvo con regularidad, poniendo especial empeño en los dormitorios. Es aconsejable hacerlo con bayetas o trapos especializados para evitar que los ácaros se distribuyan o se queden suspendidos en el aire.
- Evitar el consumo de alimentos que provocan alergia y contar con un botiquín para tratarla en caso de que se produzca.
- Revisar la caducidad de los alimentos, en especial los que producen moho.
¿Beneficia el uso de mascarilla?
El uso obligatorio de la mascarilla es un factor favorable para aquellas personas que sufren alergia, ya que además de proteger contra el coronavirus también protege contra los alérgenos.
De hecho, un estudio sobre el poder filtrante de las mascarillas ante el polen y los acáros (realizado por el Comité de Expertos de la SEAIC) concluyó que el uso de mascarillas homologadas reduce hasta un 80% las partículas de polen y polvo en el aire inhalado, por lo que resultan una herramienta eficaz para reducir los síntomas alérgicos.