Antioxidantes para reforzar el sistema inmunitario
Los cambios de estación, el estrés, la radiación solar ultravioleta y la contaminación son agentes externos que afectan a nuestro sistema inmunológico y cuyos efectos, con el paso de los años, se ven acentuados. Además, con la pandemia del COVID-19, es vital tener un sistema inmunológico funcionando adecuadamente dado que será la principal barrera protectora de nuestra salud.
Para que las células del organismo ejerzan su función inmunológica correctamente, debe producirse el equilibrio perfecto entre el proceso de oxidación y la disponibilidad de antioxidantes; que son los nutrientes necesarios para mantener en forma las membranas de las células, lípidos, proteínas y otras funciones relacionadas con el sistema inmune. Por tanto, es imprescindible el aporte adecuado de antioxidantes para reforzar el sistema inmunitario.
Antioxidantes para reforzar el sistema inmunitario
Para tener una correcta respuesta inmune ante virus, bacterias, y factores externos, es importante mantener un nivel adecuado de antioxidantes ya que, gracias a ellos, nuestro organismo combate el daño provocado por los radicales libres.
Nutrientes como:
- Vitamina B2: vital para la salud de los glóbulos rojos, importantes en el funcionamiento del sistema inmune, que además se ve fortificado.
- Vitamina C: refuerza el sistema inmune, contribuye a la reducción del daño de los radicales libres y a la protección de las células frente al estrés oxidativo.
- Zinc: además de tener efectos per se sobre el sistema inmune, actúa sobre la reparación del ADN y forma parte esencial de las enzimas depuradoras de radicales libres.
- Selenio: fundamental como antioxidante y como inmunomodulador.
- Magnesio: componente esencial de enzimas detoxificantes y productor de energía. También interviene en la formación del tejido conectivo, huesos y función nerviosa.
- Carotenoides: ayudan a neutralizar los radicales libres y fortalecen las defensas del organismo.
Todos ellos, gracias a su poder antioxidante, minimizan los efectos negativos de la oxidación celular y ayudan a mantener un adecuado funcionamiento del sistema inmune.
Acción inmune
Como ya hemos comentado, a través de ciertos alimentos como por ejemplo el aceite de oliva, podemos consumir antioxidantes y mejorar nuestra respuesta inmunológica, pero su consumo no debe ser excesivo ya que podría resultar contraproducente.
Según varios estudios, la clave está en seguir una dieta variada y equilibrada, como la dieta mediterránea, sin excederse en la cantidad diaria recomendada de antioxidantes, puesto que podría llegar un momento en que las defensas naturales de nuestro cuerpo disminuyeran.
Esto es importante tenerlo en cuenta especialmente a partir de los 50 años, dado que es cuando el organismo no tiene tantos recursos para defenderse como un cuerpo joven. Así, la suplementación con antioxidantes (o su consumo alimenticio) resultará un factor clave para reducir la posibilidad de sufrir infecciones y mantener un correcto funcionamiento del sistema inmunitario.