Consejos para proteger tu piel del sol
Con la llegada de la primavera y el buen clima pasamos más tiempo expuestos al sol, y eso implica que debemos aumentar la protección frente a los rayos UV que dañan la piel y provocan el envejecimiento prematuro.
La forma más eficaz de protegernos de la radiación solar, tanto por dentro como por fuera, es el uso de productos solares fotoprotectores tópicos y protectores orales ricos en antioxidantes. La combinación de ambos ayudará a prevenir el cáncer de piel y el envejecimiento cutáneo prematuro.
Fotoprotección tópica
Los productos de fotoprotección actúan como filtros solares que protegen la piel, absorbiendo o reflejando parte de la radiación solar. Por eso es importante elegirlo adecuadamente:
– Hay que elegir un filtro solar que ofrezca protección a las distintas radiaciones (UVA, UVB, IR y luz visible).
– Que tenga un factor de protección FPS alto, de 30 en adelante, especialmente en las primeras exposiciones.
– Que sea resistente al agua y, si vas a realizar ejercicio físico, al sudor.
– Evitar que contenga perfumes y alcohol ya que pueden ser fotosensibilizantes.
Una vez tenemos el fotoprotector adecuado para nuestro tipo de piel, es importante hacer un buen uso de él:
– Debemos aplicarlo cada dos horas, como mínimo, y siempre que salgamos del agua, después de sudar o de secarnos con una toalla.
– Aplicarlo de forma generosa y homogéneamente.
– Poner especial empeño en su aplicación en zonas delicadas como la cara, orejas, empeines y hombros.
Además, siempre podemos complementar esta protección solar tópica con protectores solares vía oral que suelen contener los antioxidantes necesarios para prevenir y proteger frente al daño oxidativo de los radicales libres.
Protección solar en cápsulas antioxidantes
Además de los protectores solares tópicos (cremas, sprays, aceites,…) podemos optimizar la protección de nuestra piel desde dentro, mediante el consumo de antioxidantes.
Éstos se consumen normalmente a través de la alimentación, pero en épocas de sobreexposición solar es aconsejable consumir un complemento alimenticio que actúe de protector solar oral. Suelen ser naturales y contener vitaminas, minerales y compuestos antioxidantes, que neutralizan los radicales libres que dañan las células de la piel, protegiendo de enfermedades degenerativas y del envejecimiento cutáneo.
Pero, además de este complemento alimenticio natural, podemos cubrir las necesidades del organismo de antioxidantes, vitaminas y minerales con la dieta.
Fuentes de antioxidantes
- Vitamina E, presente en los frutos secos (almendras, cacahuetes, avellanas,..), en hortalizas (espinacas, aguacate, acelgas,…), en el aceite de oliva, etc.
- Vitamina C contenida en las frutas cítricas, fresas, frutos rojos, kiwis, etc; y en verduras como el brócoli, las espinacas y los pimientos.
- Vitamina A y Betacarotenos. Se pueden encontrar en frutas y verduras: cerezas, melón, zanahoria, papaya, calabaza, tomate, brócoli,…
- Coenzima Q10 se puede consumir mediante el pescado azul, las vísceras de animales, o frutos secos como el cacahuete o la soja.
- Selenio: avena, levadura de cerveza, salvado de trigo, champiñones, espárragos, ajo, bogavante, cigala, langosta y huevos.
- Zinc: nueces, lentejas, garbanzos, judías, ternera, cerdo y cordero.
- Flavonoides de frutas y verduras (manzanas, frutos rojos, cítricos, cebolla, remolacha, brócoli,…) y en el té verde.
- Isoflavonas de la soja y sus derivados.
- Licopenos del tomate, la sandía y el pomelo.
- L-cisteína encontrada en el cerdo, pollo, pavo, huevos, brócoli, la cebolla y el ajo.
- Vitamina B6 de la carne, pescado (bacalao, salmón y atún), y frutos secos (anacardos, avellanas, semillas girasol).
- Ácidos grasos Omega 3 localizados en el pescado azul y en complementos alimenticios.
Consejos para la protección solar
Como comentábamos, existen complementos alimenticios que actúan como un protector solar en cápsulas para ofrecer, junto al fotoprotector tópico, una protección solar por dentro y por fuera.
Además del uso de dicha protección hay que tomar ciertas medidas, como:
- Utilizar tejidos que protejan de la radiación solar.
- Controlar el tiempo de exposición
- Evitar el sol entre las 12:00 y las 16:00 horas.
- Reponer líquidos con frecuencia, para evitar la deshidratación.