Daño oxidativo: consejos para prevenirlo
La oxidación es un proceso que se produce de forma natural en tu organismo. Pero, como en todo, la dosis hace el veneno. Diversidad de situaciones pueden provocar un aumento de este proceso en tu cuerpo que, a su vez, pueda dañar a tus células. Esto es lo que se denomina estrés oxidativo. Te recomendamos llevar a cabo una serie de consejos para prevenir el daño producido por la excesiva oxidación de los compuestos.
Consejos para prevenir el daño oxidativo
Cuando se produce una gran cantidad de radicales libres por diversos procesos metabólicos en tu cuerpo, puedes experimentar lo que se denomina daño celular. En pocas palabras, la célula se verá dañada por estos “residuos” pudiendo alterar su ADN y, con ello, sus funciones normales programadas. La aparición del envejecimiento celular prematuro puede ser uno de los síntomas. Por eso, a muchas personas que tienen signos precoces de envejecimiento, se les recomiendan tratamientos con antioxidantes. Por otro lado, el daño de los radicales libres puede dar lugar a mutaciones en el ADN que modifiquen las células y predispongan a sufrir enfermedades como el cáncer.
Evita el tabaco
Los compuestos nocivos del cigarro van a inducir una mayor producción de radicales libres y de daño oxidativo en tus células. De hecho, el tabaco es factor de riesgo para numerosas enfermedades y no es pura coincidencia que uno de los cánceres más agresivos existentes sea el de pulmón. Los compuestos tóxicos son acumulativos y totalmente perjudiciales. Hoy, existe diversidad de métodos para dejar de fumar que los puedes encontrar disponibles en tu farmacia.
Dieta con antioxidantes
Aquellos que “limpiarán” tu organismo de los residuos anteriormente comentados, serán los antioxidantes, compuestos muy potentes que se encuentran en suplementos alimenticios y en alimentos determinados. Sobre todo, es importante que consumas abundante cantidad de frutas y verduras. Concretamente, la Vitamina C de los cítricos es un potente antioxidante, junto a la Vitamina E. También, es importante que suplementes el selenio, un mineral que encontrarás en las pipas de girasol, el huevo o el pescado graso. La Vitamina A, muy frecuente en zanahorias, pimientos y otros vegetales de colores llamativos, también será un potente antioxidante.
Por otro lado, es importante incorporar verduras ricas en taninos como las espinacas y el té verde que en infusión cuenta con una alta concentración en estos compuestos muy antioxidantes. También es conocido el poder antioxidante del vino aunque, en este caso, bien se sabe que el poder perjudicial del alcohol sobrepasaría a los beneficios.
Procura no exponerte a los rayos solares
Está claro que los rayos del sol pueden ayudarnos a fabricar vitamina D, pero ¡todo en su medida! Cuando alargamos el tiempo de exposición, estaremos dañando nuestra piel desde las capas más profundas y, con ello, produciendo una mayor cantidad de radicales libres. Te recomendamos ponerte protección solar, especialmente, si vas a estar más de 20 minutos en la intemperie.
Plantas con antioxidantes y complementos alimenticios
La farmacología también tuvo su origen en el aislamiento de principios activos de los vegetales. Algunas plantas conocidas se utilizan para disminuir la inflamación en diversas alteraciones y para poder potenciar el sistema inmunitario. Algunas raíces, como la cebolla o el ajo, son muy conocidas por tener unos compuestos muy antioxidantes. Concretamente, la alicina del ajo se aísla en complementos alimenticios. La granada, también, ofrece un gran poder antioxidante. En Keriba Forte puedes encontrar este preparado antioxidante a base del extracto de esta fruta. No se consideran medicamentos, por lo que son preparados naturales que te aportarán numerosos beneficios sin daños perjudiciales.
Sin duda alguna, protegernos del estrés oxidativo es un punto fundamental para cuidarnos en salud durante largos años de vida. Confía en profesionales siempre y cambia tu estilo de vida.